El actor Bradley Cooper confesó que fue adicto al alcohol y las drogas, que lo llevaron a vivir un infierno durante el inicio de su carrera, cuando aún no confiaba en su trabajo. Así lo declaró en una entrevista a la revista GQ, donde contó que incluso pensó en quitarse la vida.
Al recordar su paso por la serie "Alias", comentó: "Solo trabajaba tres días a la semana y durante la segunda temporada el guión me marginaba un poco más. Eso destrozó mi autoestima y me hizo pensar en suicidarme".
"Llega un punto en que aceptas el hecho de que el negocio no te quiere", añadió el galán de Hollywood.
Cooper, nominado al Oscar el año pasado como mejor actor por su papel en "El lado bueno de las cosas", agregó: "Soy una persona que intenta siempre aceptarse a sí mismo e ir con su personalidad hasta donde haga falta. Cuando hay algo que no me permite ser fiel a mis principios me alejo cada vez más, así que no tengo ninguna duda en que mis adicciones no me dejaban explotar todo mi potencial. Fue una época muy difícil".
Pero, por suerte, el trabajo y su cambio de actitud ante las cosas hizo que Cooper recuperara la confianza en sí mismo y en su talento como actor.
"Estaba haciendo una película ("Loca obsesión"), donde conocí a Sandra Bullock y a otras personas. Estaba sobrio y pensé: Soy realmente yo y no tengo que pretender ser otra persona ¿Y todavía quieren trabajar conmigo? Estaba redescubriéndome en este trabajo y fue maravilloso", finalizó.